Un aspecto específico, un motor optimizado, 170 CV y, sobre todo, un precio de 40.000 euros. Así es el Abarth 124 Spider en pocas palabras. Pero, ¿qué valor tiene en la carretera? ¿Está justificado su precio? Hacer algo nuevo de algo viejo se ha convertido en una de las especialidades de Fiat. Para convencerse de ello, basta con ver lo que se ha hecho con el 500, pero también con la resurrección de la marca Abarth.
El éxito del coche ha llevado al fabricante a seguir desarrollando esta política. El 124 Spider, un modelo emblemático de la firma italiana, volvió al catálogo en una versión contemporánea gracias a una alianza con Mazda. Esta elección de revivir viejos modelos no es, obviamente, unánime, señala el concesionario de coches de ocasión Madrid Crestanevada. Algunos pensarán que Fiat está tomando el camino más fácil, mientras que otros agradecerán esta forma de respeto al pasado.
Hoy, al igual que la primera generación, el 124 Spider está en manos de Abarth. Una asociación prestigiosa, ya que incluso fue campeón de Europa de rallies en 1972 y 1975.
El capó negro es inmediatamente perceptible independientemente del color de la carrocería, pero también hay parachoques delanteros y traseros rediseñados, un alerón en el maletero, un difusor y 4 salidas de escape. Es evidente que el 124 ha ganado en personalidad, lo que se ajusta perfectamente a su vocación deportiva. Sin embargo, para la discreción, tendrá que volver a la mesa de dibujo. Los entendidos reconocerán ciertas similitudes con el Abarth 124 original, como el doble saliente del capó, la forma de la parrilla y las tres entradas de aire en el parachoques delantero.
El interior también recibe su cuota de cambios con un volante y asientos deportivos, mientras que el cuentarrevoluciones tiene un fondo rojo. El panel de instrumentos, el salpicadero, el fuelle del freno de mano y el reposabrazos central son de Alcantara. Por lo demás, no hubo ningún cambio: este Abarth seguía siendo un estricto biplaza con una capota que se podía accionar con un solo movimiento de la mano.
Tras ser ensamblado en Japón, donde se fabrica en colaboración con Mazda, cada modelo 124 pasa tres días en Abarth, en Italia, donde se revisa la estética y, sobre todo, la mecánica. Esta es una forma más racional de fabricar. Es sobre todo en el plano técnico donde se diferencia de su primo de Fiat. Recibió un diferencial autoblocante, amortiguadores Bilstein, frenos Brembo, suspensión reforzada, barras estabilizadoras más gruesas y un sistema de escape deportivo Record Monza.
Desde el momento en que se pone en marcha el coche y se dan las primeras vueltas, las diferencias son evidentes a la vista y sobre todo al oído, con un sonido profundo y rocoso que se adapta especialmente bien al carácter deportivo de este Abarth, aunque a la larga pueda resultar cansino. En cualquier caso, es un bonito guiño a Carlo Abarth, que alcanzó el éxito fabricando sistemas de escape deportivos.
Bajo el capó, no hay elección, sólo un motor: el 1.4 MultiAir de 170 CV. No es el motor más potente de la marca, ya que existe un 1.4 t-Jet con 180 CV en el 595. Esta elección se debe a la disposición longitudinal del motor, que obligó a Abarth a elegir el MultiAir. Puede acoplarse a una caja de cambios manual de 6 velocidades de Mazda o a una caja de cambios robotizada de 6 velocidades de Aisin. Nuestro modelo de prueba estaba equipado con la primera transmisión y nos convenció totalmente. Aunque hay más recorrido entre marchas que en el MX-5, los cambios son naturales y rápidos, con una buena dirección. El motor no desborda en potencia, pero los 170 CV son más que suficientes para divertirse, gracias sobre todo al par motor de 230 Nm e incluso 250 Nm en modo Sport, que permite un buen relanzamiento y una aceleración franca, como demuestra el tiempo de 0 a 100 km/h de 6,8 s. También se beneficia de una cierta versatilidad para el uso diario. Por último, en cuanto al consumo de combustible: durante nuestra prueba de conducción, registramos una media de unos 10 l/100 km sin ahorrar, lo que es perfectamente aceptable. Por último, este Abarth dispone de un modo Sport -que se puede activar mediante un botón situado cerca de la palanca de cambios- que modifica la respuesta del acelerador, aumenta el par y endurece la dirección. Esto también afecta a la velocidad de los cambios de marcha con la caja de cambios automática.
Diseñado en colaboración con Mazda, encontramos obviamente las mismas cualidades que a bordo del roadster japonés: centro de gravedad muy bajo, reparto de pesos ideal (50/50), peso reducido (aquí 1.060 kg)… Y es un éxito, el placer de conducción está ahí. En comparación con el MX-5, el Abarth 124 Spider parece aún más optimizado. La dirección es precisa, el eje trasero tiene la suficiente movilidad como para rodar en las curvas y, la guinda del pastel, todo esto se hace con gran facilidad. No es necesario ser un conductor experimentado, sobre todo porque este Abarth no es complicado y reacciona bien. Sin embargo, no hay que olvidar que se trata de un coche de tracción trasera. Lo notamos durante nuestro primer día de pruebas, que fue muy húmedo, con algunos deslizamientos de la rueda trasera en las salidas de las curvas, a pesar de la presencia del ESP. El Abarth 124 Spider también ofrece un compromiso especialmente eficaz entre confort y manejo. A pesar de la suspensión reforzada, la amortiguación sigue siendo flexible, pero los movimientos de la carrocería están relativamente bien contenidos. Gracias a la presencia del diferencial autoblocante, no hay problemas de tracción ni de distribución del par. Los frenos Brembo son eficaces y duraderos.